Barroco

Hacia el esplendor y la abundancia de la Música

El Barroco es uno de los periodos musicales más largos de la historia. Comprende unos 150 años aproximadamente, entre 1600 y 1750.

De hecho, por esa razón se suele dividir en tres partes, de unos ciencuenta años cada una aproximadamente: Barroco temprano, Barroco medio y Barroco tardío.

«El Barroco cultiva el lujo y el esplendor, gusta de la abundancia y lo extremado y amplía las fronteras de la realidad gracias a un ilusionismo fantástico».

Ulrich Milchels

Gestación de la tonalidad como
sistema imperante en el mundo occidental

En el surgimiento del estilo Barroco confluyen tres condicionantes que resultan clave: a) el asentamiento de la expresión del ideal humanista a través de la monodia acompañada (una voz solista que se ejecutaba sobre un bajo), b) el desarrollo del bajo continuo y c) el nacimiento de la ópera como espectáculo. El bajo continuo (o en italiano basso continuo, un sistema de cifrado armónico e interválico que tantos siglos más tarde seguimos utilizando en materias del Conservatorio como Armonía y Análisis) y su desarrollo permitirá poco a poco a la escritura musical liberar la voz principal y ofrecer un medio apto para la composición escrita.

Cronograma del Barroco

Características estilísticas

El bajo continuo constituye el elemento técnico primordial que da sentido a la época del Barroco. En este proceso de surgimiento del bajo continuo tiene un papel importantísimo el compositor Claudio Monteverdi (1567-1643), una figura clave en la transición de estilos. En sus obras como Orfeo, se utiliza el bajo continuo para acompañar a los recitativos y dar sentido musical al acompañamiento.

En el terreno de la música instrumental hay que entender que la llegada de este sistema de escritura liberalizada con el bajo continuo fue recibida como una revolución. Dicha técnica rivalizaba con el antiguo estilo polifónico que imperó durante todo el Renacimiento. A pesar de ello, la música instrumental convivió con la escritura polifónica vocal (relegada ya a un ámbito eclesiástico y denominada como stile antico) que siguió cultivándose y que se solapó en el tiempo con el surgimiento de este nuevo estilo Barroco

Armonía y Melodía

La armonía y la melodía durante el Barroco alcanzan el equilibrio perfecto; armonía y contrapunto son igual de importantes en la construcción del discurso musical. Este hecho, que se hace palpable en el maestro indiscutible de todo el periodo Barroco: Johann Sebastian Bach. Su obra representa el cénit de las cuestiones analíticas a destacar. Las características armónico-melódicas son:

>> Un ritmo armónico complejo y sobrecargado, que tiende incluso en algunas obras a la corchea, especialmente en aquellas obras de carácter contrapuntístico.
>> Un continuum en el discurso musical del Barroco. En este periodo estilístico las dinámicas y las articulaciones aún no se utilizan sobre la partitura.
>> La armonía fluye entre dos centros tonales: la tónica y su dominante. La estabilidad e inestabilidad se da en esa partida y regreso del tono principal (estabilidad) y el viaje armónico que se realiza de por medio (inestabilidad).
>> Las modulaciones son aún elementales a los tonos vecinos (distintos grados de la escala).
>> Uso abundante de los acordes cuatríada con función de Dominante: 7as de Dominante, de Sensible y Disminuida.
>> En muchas obras barrocas escritas en modo menor, era común finalizarlas con un acorde mayor, recurso cliché que se conoce como la tercera de picardía.

Ritmo

>> Un continuum; una especie de ostinato, reflejo del Horro vacui que impregnó al estilo Barroco.
>> Inexistencia de cambios de agógica.

Texturas

>> Se vuelve predominantemente contrapuntística. Esto se debe, principalmente, a que la escritura barroca está fuertemente influenciada por la composición polifónica vocal y el uso del contrapunto, de la escritura de voces independientes.

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