Modulación. Relación entre tonalidades

«El proceso melódico-armónico por el que se cambia de tono o de modo en el transcurso de una obra.»

Luis Blanes, Armonía Tonal Vol. 1

1. Modulación

1.1. ¿Qué es la modulación?

La modulación es un proceso que ha sido un elemento común en las obras desde el Barroco hasta el final de la tonalidad, a principios del siglo XX. Era un recurso necesario para evitar la monotonía que produce la escucha de una sola tonalidad, puesto que, recordemos, escuchar una única tonalidad equivale a escuchar siempre los mismos siete sonidos diatónicos de una escala mayor o menor. Es por ello que, para los compositores la modulación era un instrumento esencial para dinamizar la música, otorgarle frescura y variedad.

1.2. Tipos de modulación

La modulación es un proceso que parte de la estabilidad de una Tónica (o centro tonal) para acabar en otra distinta. La clasificación de las modulaciones (diatónica, cromática o enarmónica) depende de dos factores:

  • por los tipos de semitono que existen entre el acorde que modula (que inicia la nueva tonalidad) y su anterior: diatónico, cromático o enarmónico (de la que depende la propia terminología de la modulación). Tal y como se produzca la aparición de nuevas notas o acordes de la nueva tonalidad, la modulación recibe uno u otro nombre.
  • por la distancia a la que se encuentran dos tonalidades en el círculo de quintas, que podéis observar en la siguiente imagen.

Los tres tipos de modulación son los siguientes:

  • Modulación diatónica. Se produce a una tonalidad cercana o vecina (a un camino de distancia, o dos, en el círculo de quintas). Normalmente aparecen acordes puente (acordes que pertenecen a la tonalidad inicial y a la que se modulan, cumpliendo una doble función).
  • Modulación cromática. Se produce, normalmente, entre tonalidades lejanas (a tres o más caminos de distancia en el círculo de quintas). Se tiene que producir entre un cromatismo en una de las voces con el acorde que inicia la modulación para que se denomine modulación cromática. No tiene acorde puente.
  • Modulación enarmónica. Se produce entre tonalidades lejanas. Se tiene que producir, al menos, una enarmonía en una de las voces con el acorde que inicia la modulación para que se denomine modulación enarmónica. No tiene acorde puente.

Más allá de los tres tipos de modulación, hacia finales del estilo romántico en adelante, empezamos a encontrar modulaciones que se producen de forma inesperada, sin acorde de dominante. A ello le denominamos como modulación abrupta.

2. Relación entre tonalidades

Según sea las modulaciones entre las tonalidades, existe un jerarquía y una nomenclatura para poder referirnos a ellas. Pongamos de ejemplo la tonalidad de Do Mayor:

  • Tonalidades relativas: comparten armadura; La menor.
  • Tonalidades vecinas o cercanas: a distancia de 5ª Justa superior (Sol Mayor) o inferior (Fa Mayor) y sus tonalidades relativas (Mi menor y Re menor, respectivamente).
  • Tonalidades homónimas: comparten su centro; Do menor.
  • Relación mediántica: tonalidades a distancia de 3ªM o 3ªm (ascendente o descendentemente) con respecto a la tónica como son: Mi♭ Mayor y Mi♭ menor, Mi Mayor, La♭ Mayor o La♭ menor.
  • Tonalidades lejanas: se encuentran alejadas en el círculo de quintas: Fa# Mayor (Sol♭ Mayor), Fa# menor (Sol♭ menor), Re# Mayor, Re# menor, Sol# Mayor, Sol# menor.
  • Tonalidad enarmónica: Si# Mayor.
  • Región Napolitana: tiene lugar cuando modulamos hacia el tono del acorde de 6ª Napolitana. Es decir, una 2ª menor superior, al II rebajado: Reb Mayor.

En el repertorio clásico y barroco, las modulaciones suelen ser hacia las tonalidades vecinas o cercanas. Al igual que a éstas es hacia donde se dirigen las Dominantes Secundarias (o Tonicalizaciones). Pero en cualquier obra, si se produce una breve modulación hacia regiones más lejanas que las tonalidades vecinas usamos el término de inflexión.

Por ejemplo: un fragmento en Do Mayor que modula durante unos acordes/compases a Re Mayor o Mi b Mayor.

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