#4 – Chaikovski – Mazurka del Album de la Juventud, Op. 39

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Hoy vamos a analizar la Mazurka del compositor ruso Chaikovski. Se trata de una pequeña pieza que forma parte del Álbum para la juventud Op. 39 compuesto en 1878. El análisis que te presento está centrado en el fraseo y la forma de la obra. Pero su base será la armonía, como no puede ser de otra manera en una obra de estilo Romántico. A partir de ahí, comentaré las cuestiones armónicas más destacables.

En esta primera frase, que he llamado a1, Chaikovski establece la tonalidad de Re menor y el material melódico-rítmico protagonista. El ritmo de mazurka que ves en el c. 1 estará posteriormente por toda la obra. La estructura de la frase es arquetípica, es decir, que encaja perfectamente con el modelo clásico de 4 + 4. Es por ello que he podido hacer una subdivisión en dos semifrases (recuerda que no siempre será posible subdividir el fraseo de una obra, dependerá mucho del estilo en el que fue compuesta). Esta primera frase, además, se queda en suspensión puesto que termina en semicadencia.

En cuanto a la armonía, que es bastante sencilla, cabe mencionar dos elementos. Primero, la pedal de tónica de los cuatro compases iniciales. Y segundo, el c. 5, que tiene dos posibilidades de análisis. Bien decidiendo un ritmo armónico de blanca más negra, con dos acordes o apostando por un acorde de blanca con puntillo que sería esa 6ª aumentada, que como ya sabes siempre hace función de dominante de la dominante. Ah, y por cierto, se trataría de una 6ª aumentada francesa.

En esta segunda frase se repite el mismo tema, el protagonista. Por eso llamo a la frase a1’. Ojo a la repetición, no es casualidad, Chaikovski quiere darle importancia como elemento principal. Pero, si te fijas, la segunda semifrase acaba modulando al tono relativo de Fa Mayor en el c. 13, cuando aparece el Do natural. Fa mayor se confirma con el proceso cadencial de II con séptima, V y I. Concluye así esta primera Sección A, conformada por un periodo de dos frases: a1 y a1’. Toda la Sección A tendrá una clara función expositiva y una textura de melodía acompañada.

Pero, ¿qué hacemos con estos tres compases que sobran hasta el calderón? Esta pausa sin duda divide la Sección A de la siguiente Sección B. Pues la respuesta es sencilla si os fijáis en la armonía, que resulta una insistencia sobre el V-I de Fa Mayor. Puede que estéis pensando que en los cc. 16-18 hay varias alteraciones extrañas. Y sí, las hay, pero no son relevantes armónicamente puesto que son muy breves (de semicorchea) y, además, impulsan los acordes de negra que vienen después de ellas. Por tanto, estos últimos compases tienen función conclusiva: cierran y concluyen toda la sección, una Sección de cierre. De hecho, pensad que sin estos tres compases la Sección A se habría cerrado igualmente con su propia Cadencia Auténtica.

Tras la pausa del calderón, por cierto, como silencio estructural se comienza una nueva frase, estable en Do Mayor. Esa estabilidad tonal hace que se pueda considerar una nueva Sección B con un material melódico distinto, aunque muy similar rítmicamente al protagonista a. El contraste de la frase b1 con respecto a la Sección anterior lo encontrarás en el ritmo y en la textura, que por decirlo de alguna manera, tiende más hacia la textura homofónica. Parece que acompañamiento y melodía se funden buscando los mismos puntos de apoyo. Mencionar también el acorde puente del c. 19 puesto que la modulación real hacia Do Mayor no se hace evidente hasta que no aparece el Si natural en el acorde de séptima de dominante.

La repetición de la frase b no hace más que confirmar que estamos ante una nueva Sección. Armónicamente encontramos el punto clímax en los cc. 33-34 gracias al acorde de 6ª aumentada (otra vez francesa). De hecho este acorde permite modular hacia Re menor para preparar la reexposición y realzar el acorde de dominante (La-Do#-Mi). Toda la tensión armónica acabará resolviendo en el c. 35. El c. 34 presenta un pequeño enlace melódico que une la Sección B a la siguiente. Supone un engranaje entre el tiempo fuerte del c. 34 y el del c. 35, como un relleno para evitar un hueco de silencio indeseado.

Con la repetición del material melódico principal y la vuelta a Re menor se confirma la Sección A’ que realiza de nuevo una función expositiva (o reexpositiva, como prefieras). Repite de nuevo las dos frases a1 y a1’ en forma de periodo cerrado armónicamente. Los tres compases finales que en la Sección A fueron la sección de cierre ahora se convierten en la Coda de la pieza, de nuevo con una función conclusiva.

Se configura, por tanto, una estructura de Lied ternario ABA’. En este esquema podéis observar el planteamiento tonal y formal. Una forma clara, muy en la línea del objetivo de su composición: una pieza de un Álbum de la Juventud.

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